Chase Hunter Rae Lemons, Donante
Our son left a wonderful legacy...
Chase tenía 18 años y se nos adelantó demasiado joven como resultado de la violencia. Era inteligente, divertido, amable, generoso, desinteresado y todo lo demás. Le encantaban las hamburguesas con queso, los tacos, el chorizo, los Oreos, el helado de chocolate con menta y las galletas caseras de chispas de chocolate de su hermana. Se suponía que se graduaría de la preparatoria en mayo y había comenzado trabajando con DoorDash. Le encantaba pasar el rato con sus amigos, pero también le encantaba pasar el rato con su familia. Le encantaba jugar béisbol cuando era más joven y siempre disfrutó hacer ejercicio en su barra de dominadas y correr. Amaba mucho a su hermana menor y a su hermano, y aunque peleaban, siempre los cuidaba muy bien. Cuando Chase cumplió 16 años, decidió registrase como donante de órganos. Desde muy joven supo que quería extender el don de la vida a los demás. Su padre y yo luego elegimos extender sus dones para la investigación médica porque sabemos que Chase hubiera querido eso. Aunque ya no podemos abrazar fuerte a nuestro hijo, pudo salvar cinco vidas con sus órganos, y muchas más con sus córneas y otros tejidos. Qué maravilloso legado dejó nuestro hijo.
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