Morgan Ives, Donante

Este es mi papá, Morgan Butler Ives. Falleció temprano en la mañana a fines de noviembre de 2021 después de pasar una semana sin soporte artificial. Siguió vivo una semana más porque siempre se cuidaba muy bien el cuerpo durante su hermosa vida. Falleció como resultado de un sangrado cerebral retrasado luego de una caída. Sabía que mi papá fue donante de órganos durante la mayor parte de mi vida. Fue algo que me animó a hacer cuando solicité mi licencia de conducir a los 16 años. No me di cuenta de la magnitud que tendría en la vida de los demás y en la forma en que yo lloraría. No tenemos mucho control en esta vida… así que poder renunciar al poder en nuestra muerte devolviendo lo que podamos para ayudar a los necesitados es algo hermoso. Este acto final de humanidad es representativo de cómo vivió la mayor parte de su vida: amablemente, generosamente y con amor. Una de las últimas cosas que le dije a mi papá fue lo orgullosa que estaba (y estoy) de ser su hija. En ese momento, no se me pasó por la cabeza que había tantas cosas buenas por venir de esta gran pérdida. Saber que mi papá compartió sus órganos fuertes y sanos a quienes más los necesitaban me hace estar aún más orgullosa de lo que jamás pensé que podría estar. A quienes estén leyendo esto, me gustaría que supieran que un hombre llamado Morgan Butler Ives caminó por esta tierra y que continúa dejando su legado de bondad en la donación de vida y en el impacto que ha dejado en mí. Tenía una frase con la que siempre terminaba cada llamada telefónica (sin saberlo). En lugar de terminar una conversación con un “te amo”, la terminó con un “sé bueno”. Los animo ustedes a que se registren como donante de órganos y, independientemente de su condición de donante de órganos, viva sus hermosas vidas y SEAN BUENOS. Que viva Morgan Butler Ives, mi héroe, mi mejor amigo, mi primer amor, mi Daddio.