Scott Griffith, Donante

He continued to help people around him...

Scott era un increíble hijo, hermano, tío y amigo. Era tan divertido y extrovertido. Simplemente iluminaba cualquier espacio en el que estuviera. Era un hermano juguetón que se burlaba de su hermana (mi madre). Mi hermano y yo fuimos bendecidos de tenerlo como tío, siempre atento y divertido. Cuando falleció trágica y repentinamente, no fue solo la muerte de un miembro de la familia. Fue de cierta forma la muerte de una familia que nunca volvería a ser igual. Decir que nos dejó un hoyo en el corazón es quedarse corto, lo perdimos todo. Sin embargo, a lo largo de los años y gracias a su generosidad para convertirse en donante de órganos, hemos encontrado la paz de que el seguirá ayudando a las personas que lo rodean a pesar de que ya no está. Es amado profundamente y extrañado fuertemente. Su mamá está con él ahora y algún día estaremos todos juntos una vez más. 

Utilice las historias de Scott y de otros donantes como la suya para animar a convertirse en donante. El mayor regalo del mundo es la generosidad, la bondad y el desinterés inesperado de alguien a través de la donación de órganos.