Sharon Thomas, Beneficiado
It was 1986 and my life seemed perfect...
Tenía un esposo amoroso y dos hijas hermosas, de dos años y seis meses. Empecé a tener dolores de cabeza y fatiga. Después de muchas pruebas, recibí la noticia de que tenía Hipertensión Pulmonar Primaria que es el endurecimiento de los músculos pequeños y las células de los pulmones. La mayoría de las personas muren dentro de los dos años del diagnóstico. Pasé por los únicos ensayos clínicos que tenían en ese momento, y solo lo empeoraron. Mi única esperanza era recibir un trasplante de corazón y pulmón. En ese momento solo había habido un poco más de una docena de trasplantes de corazón y pulmón en la nación.
El próximo año estuvo lleno de muchos desafíos. Una de las peores fue que mi seguro decidió que mi tratamiento se consideraba “experimental”. De pronto tuve que cuidar de mis hijos, mi esposo, mi salud y luchar por el pago del tratamiento que tanto necesitaba. Mi familia y amigos recaudaron dinero y me ayudaron con el cuidado de niños y comida. Mi familia lejana incluso se mudó con nosotros para ayudar con los niños.
Mi salud finalmente se deterioró tanto que tuve que ir al centro médico University Medical Center en Tucson. El 17 de julio de 1988, un joven de 17 años sufrió una caída trágica y su familia tomó la decisión de donar sus órganos. El equipo de trasplante fue al hospital de Las Vegas para recuperar los órganos. Mi esposo estaba en la sala de espera cuando vio a un médico entrar con una hielera y me preguntó si esos iban a ser mis órganos … ¡Sí eran!
Diecisiete días después, fui dada de alta del hospital y caminaba por el complejo de apartamentos en Tucson. En 30 días volví a casa en Scottsdale, pero todavía volvía a Tucson para realizar chequeos. No estaría aquí hoy si no me hubiera mantenido firme con mi fe, mi familia, mis amigos y mis médicos, quienes me ayudaron a superar esta experiencia.
¡Cuento esta historia para ayudar a cualquier persona que necesite un trasplante a tener valor hoy y esperanza para el mañana! Estoy en mi 24 año como beneficiada de mis trasplantes; sin embargo, hace 11 años fue necesario que recibiera un trasplante de riñón. Estuve dentro y fuera de la lista de trasplante de riñón por más de 6 años, manteniéndome viva con diálisis. He estado en diálisis nuevamente durante más de 2 años, esperando que venga un donante en vida o una donación de fallecido. Para todos aquellos que esperan, les deseo fortaleza y resistencia continua para vivir hoy y esperar un mañana más saludable. ¡Cuídate! Eres tú mejor abogado. ¡Gracias a todos los generosos donantes y sus familias que nos dieron el regalo de la vida!
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